Estos alemanes, ataviados con su indumentaria habitual, hicieron que centenares de adolescentes que llevaban horas en cola para ver a sus ídolos se rindieran a sus pies. Las fans portaban carteles con proposiciones (algunas sí, indecentes) y otras se conformaban con adotar el aspecto de Bill, el vocalista: pelo negro recién electrocutado y correas negras a modo de collar.
Fuente: Gente Digital