Son ricos y famosos... y además cantan. Tokio Hotel se ha convertido en uno de los grupos con más 'tirón' entre las quinceañeras europeas. Y es que, estos alemanes desatan pasiones allá donde actúan. Largas colas de fans y numeras pancartas con la inscripción "Ich liebe Bill" (Amo a Bill, el vocalista) dan fe de ello. Gente charla con ellos en el backstage.
¿Qué haría Tokio Hotel' por 'un mundo mejor' (el lema de Rock in Rio)?
Es una pregunta muy difícil de contestar, y desde luego no se pueden contestar con una sóla respuesta. Organizar un festival como este, o participar en él, es un primer paso.
¿Qué os parecen las fans españolas?
Pues anoche estuvimos en Barcelona y hoy en Madrid... y nos hemos enterado de que hay un montón de fans que han hecho unas colas larguísimas para vernos. Qué podemos decir.
¿No os da vértigo este éxito tan repentino?
Desde luego ha habido muchos momentos muy importantes en nuestra carrera, y hemos tenido mucha suerte, pero la verdad es que a veces nos ha costado digerirlo. Estar aquí hoy es para nosotros una suerte.
Esa estética no se ve normalmente, ¿vosotros salís así a la calle?
Hombre, nos gustaría en nuestra vida diaria ir así, de hecho, cuando íbamos al colegio nos vestíamos de esa manera, pero ahora no podríamos, sería un estrés.
¿Qué tal tu operación de garganta, Bill, has notado alguna diferencia en tu voz?
La verdad es que la operación coincidió con un momento muy bajo en nuestra carrera, y personalmente también estuve muy afectado. Sentimos mucho los conciertos que tuvimos que suspender... Pero, por fortuna, ya está todo bien.
Ayer en Barcelona, hoy en Madrid ¿os gusta este ritmo, o preferiríais más relax?
Somos unos 'Arbeirtadict' (adictos al trabajo). Llevamos tres años casi sin parar, y sólo tenemos vacaciones una vez al año. Pero lo cierto es que nosotros decidimos qué hacer con nuestras agendas: dónde actuamos, y qué viajes hacer... Hay momentos, evidentemente, que decimos, "no podemos más", pero nos encanta esta vida.
Hay un grupo de música, que se llama 'Jonas Brothers' con un estilo muy parecido al vuestro, ¿os gustaría tocar con ellos?
Hemos oído a este grupo en EE.UU. por primera vez, y ahora está llegando a Europa. Nosotros acabamos de debutar en Europa y ellos, por así decirlo... Aún no nos conocemos musicalmente, pero bueno, habrá qué ver.
Mujeres, fama, dinero... ¿qué más pedís?
(Risas) Aún nos falta alguna. Somos solteros, y desde luego no somos lo que la gente piensa 'pequeños multimillonarios', sino que como todo el mundo tenemos sueños. La fama es una droga, cuanto más éxito tienes más exigente te vuelves.
¿Tenéis miedo de que este fenómeno que estáis viviendo desaparezca?
Sí, desde luego. Pero también hay que ver que nosotros hemos empezado como un grupo pequeño, al principio sólo venían cinco personas a los conciertos... Sabemos lo que significa el fenómeno 'fan', y por eso lo apreciamos. Esperamos que esto nos dure mucho tiempo.
Como alemanes, apoyaréis a vuestra selección... pero, ¿qué resultado pronosticáis para el final de la Eurocopa?
La verdad es que el fútbol no es uno de nuestros hobbies, pero la final la ganará Alemania, y el resultado será 3-2. Nosotros no veremos el partido, porque tocamos en Lisboa al mismo tiempo. A quién no le guste el fútbol puede venir a vernos allí (risas).
LARGAS HORAS DE ESPERA
Como en cualquier concierto o festival que se precie, no faltan en Rock in Rio ni historias ni largas filas de oídos que buscan un lugar privilegiado para vivir la música. Te contamos la historia de Irene y Tokio Hotel.
Mientras muchos se despedían de la primera jornada en Rock in Rio Madrid, a última hora del viernes las fans del grupo alemán Tokio Hotel iniciaban sus largas horas de espera para ver a Bill Kaulitz y compañía desde primera línea de batalla, con el escenario Mundo a sus pies.
La madrugada del sábado no ha sido fácil, a las puertas de la Ciudad del Rock, que es lo más parecido a un desierto propio del rodaje de una película de indios y vaqueros. Cartones y toallas fueron suficientes elementos para construir su poblado improvisado, aunque no pudieron conciliar el sueño hasta después de las seis de la madrugada, cuando la carpa electrónica hecho el cerrojo.
Pero merecía la pena, porque ya esperaban a Tokio Hotel en marzo y no pudo ser. Fans de Cáceres, Asturias, Galicia, Palencia, Jerez, Sevilla, y de otros países, como Francia, han podido cumplir hoy su sueño, ataviadas con banderas, camisetas y merchandising de su banda favorita.
LA COMPETENCIA
A la cola de la que les hablamos se han incorporado más tarde los aficionados de El Canto del Loco, Ivete Sangalo y Carlinhos Brown, casi todos portugueses en el caso de estos dos últimos artistas, pero nada tiene que ver su ilusión con la que cargan las fieles del grupo alemán. No sabemos quién ganará la Eurocopa pero, de momento: Alemania 1-España 0.
LA HISTORIA DE IRENE
Irene Finestrat Martínez, de sólo 15 años, ha tenido la oportunidad de conocer este sábado a Tokio Hotel gracias a un concurso propuesto por Rock in Rio. La alicantina, junto a su madre, sus dos hermanas y algunas vecinas, ha viajado desde bien temprano hasta Madrid. "No me lo creía, después de tanto tiempo siguiéndoles y además no había ido a ningún concierto" comenta Irene, que no se podía creer el encuentro.
Después de una mala experiencia vital, como es la muerte de su padre, Rosa, madre de Irene, explica que la afición por Tokio Hotel ha vuelto a reunir a la familia, en este primer viaje que realizan tras el fallecimiento de su marido. "A raíz de esto empezaron a ser hermanas otra vez", asegura Rosa. Una vez más, queda demostrado que la música no es sólo un conjunto de notas unidas en armonía.
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