Stylish emo-rock quartet Tokio Hotel knows this. But it's stirred up so much glamorous glee in its native Germany, where it now holds the record for the fastest-selling album in German pop history. And on the U.S. coasts, hundreds of young teens waited outdoors for hours before shows in New York and LA in the spring.
Now, waiting is merely a way to tease.
So for its first full U.S. tour, which stopped at House of Blues on Tuesday, there are no openers: just a black stage-shrouding banner, splattered with the group's logo, translucent enough to trigger New Kids on the Block-like shrieks with any movement behind it.
Showtime was advertised at 8 p.m. sharp. That was false advertising. The act didn't go on until 9:17. During the 77-minute wait, the 500 or so that gathered – not even a third of the way to a sellout at HOB – started to buzz appreciably. But in the meantime, the merchandising booth action died, and the parents shuffled around with one eye on the offspring and the other on the bar.
When that banner dropped with a sudden flourish, two things became plain: why Tokio Hotel has become a goth-pop sensation, and how narrow its window of opportunity is.
Much has been made of singer Bill Kaulitz's shock-straightened mane (now entirely black) and androgyny. But the 18-year-old has a weak and breathy voice with little range; both he and his contrapuntal twin bro, dreadlocked guitarist Tom, were hesitant and contrived performers with little physical honesty. The music – like the look, essentially a cross between Jonas Brothers and A.F.I. – is similarly safe with a couple of structural exceptions.
That's all fine for this crowd, several of whom declared this one of their first concerts. But you have to wonder what's next for Tokio Hotel, since it can't mask itself behind an LED panel, great gear and under-experienced fans forever.
----------------------------------------------------------------------------------------------------
Y en las costas de los E.E.U.U., los centenares de adolescencias jovenes esperaron al aire libre por horas antes de demostraciones en Nueva York y LA en el resorte. Ahora, el esperar es simplemente una manera de embromar. Tan para su primer viaje completo de los E.E.U.U., que paró en House Of Blues el martes, no hay abrelatas: apenas una bandera etapa-que cubre negra, salpicada con el grupo insignia de s, bastante translúcida accionar a nuevos cabritos en Bloquear-como chillidos con cualquie movimiento detrás de él. Showtime fue hecho publicidad en el sostenido de 8 P.M.
Ésa era publicidad falsa. El acto no se hara hasta 9:17. Durante la espera minuciosa 77, los 500 o de modo que recolectado - no incluso un tercero de la manera a un lleno en el AVELLANADOR - comenzara a zumbar apreciable. Pero mientras tanto, la acción de la cabina de la comercialización murió, y los padres mezclados alrededor con un ojo en el descendiente y el otro en la barra. Cuando esa bandera cayó con un flourish repentino, dos cosas llegaron a ser llanas: porqué Tokio Hotel ha llegado a estallar la sensación, y cómo es el estrecho su oportunidad. Mucho se ha hecho del cantante Bill Kaulitz, dar una sacudida eléctrica-enderezó la melena (ahora enteramente negro) y el androgyny.
Pero a los 18 años tienen una voz débil y "breathy" con poca gama; ambos él y su hermano gemelo contrapuntal, guitarrista Tom, eran ejecutantes vacilantes e ideados con poca honradez física.
La música - como la mirada, esencialmente una cruz entre los hermanos de Jonas y A.F.I. - es semejantemente segura con unas par de excepciones estructurales. That' s todo muy bien para esta muchedumbre, varias de quién declaró éste de sus primeros conciertos. Pero usted tiene que preguntarseQué hay después para Tokio Hotel?, desde él puede máscarase a sí mismo de t detrás de un panel del LED, de un gran engranaje y de fans debajo-experimentados por siempre.
by th89th