Tokio Hotel en el pabellon atlantico

Noche de emociones a la superficie en el Pabellón Atlántico, a mitad de su capacidad: y un concierto de media hora fue suficiente para la banda alemana que demuestren que están muriendo lentamente.
En los últimos días hubo muchas historias sobre el circo en torno a otro alemán concierto de Tokio Hotel en Lisboa. Bill Kaulitz muchos fans de la banda regresó al lugar donde hace dos años dejó abatido con una cancelación de última hora (compensación vendría unos meses más tarde), pero el fenómeno parece estar perdiendo gas.

Por imposición de Tokio Hotel, BLITZ no fue posible capturar imágenes del público durante el concierto y las fotos de la acción tenía que ser aprobado por la dirección de la banda.

Esta vez todo fue menor en comparación con otras actuaciones de la banda en Portugal: la histeria fue menor, el público apareció en un número menor (el escenario estaba listo casi la mitad de la habitación y aún así fue muy claro y muchos lugares huecos en las gradas) y (¡oh, si BLITZ) no deben ser considerados una sola lágrima al final de la actuación.

Antes de las luces se apagan y comienzan a gritar ensordecedor (revelador que el relieve de la juventud que se encontraba en una gran mayoría en el Pabellón Atlántico) todo estaba listo. Algunos de los padres sentados junto a sus hijos (incluso los muy pequeños) tenían aire de aburrimiento en tu cara, otros trataron de tratar de coger la onda de los niños, dispuestos a liberar la energía acumulada durante el tiempo de espera. Teléfonos listo, voces chillonas y finalmente cae en su lugar el paño negro que separaba el escenario de las miradas ansiosas.

El paisaje es majestuoso, así que nadie los toma: La banda viene de dentro de un marco de hierro en forma de huevo gigante y comienza a atacar a principios de el tema de "Ruido", que también abre más reciente álbum de la banda con canciones repletas humanoide de tópicos fáciles de memorizar y sin zumbido. Los abrazos de emoción, teléfonos móviles para filmar y fotografiar, todo viene a rojo cuando el cantante Bill Kaulitz en acción.

cantante de la figura cada vez más andrógina, en algún lugar entre el glam de Ziggy Stardust y Lady GaGa torpes que a veces parece haber encarnado en Malhoa Ana continúa para que las chicas (y chicos algunos - después de todo este tiempo o muy pocos) a sí mismo. Se extiende a lo largo y ancho del escenario y habrá estudiado bien gracias adeudo y se sirve en un algo torpe Inglés. La acción continúa con "Humano a Humano" Conectar con la noche urbana en movimiento en la pantalla gigante que ancla el escenario, y luego regresa a su album debut, "Scream", un salto de "Ausente" a inclinarse a la pesada.

"Quiero darles una calurosa bienvenida a la ciudad de Humanoid" tirar Kaulitz al público antes de servir plantilla "Dolor de Amor" y el último (y cada partido) solo "World Behind My Wall" fue recibido con entusiasmo. Entre los cambios de ropa y sale del escenario para entretener al público con videos del backstage "lindo", hay sorpresas: ráfagas de fuego en "Hey You", falsete, pero sentía labrada mal en "Alien", la locura de "Ready, Set , Go! " Bill y montado en una motocicleta en "perros sueltos".

"Humanoid" se sirve en el registro íntimo, con la guitarra acústica derecha, y se asienta en la monotonía al menos hasta lo íntimo "" "In Your Shadow (¿Puedo Shine)" pasar el tiempo "Automático", el único que hizo humanoide mundo y alrededor del blanco de la histeria generalizada. Después de "Darkside of the Sun", las ofertas Kaulitz se despide con una reverencia y un beso: "Es la última canción. Gracias por venir, nos vemos a la siguiente." Pero por supuesto nadie se pierda tan fácilmente y el encore se requiere con gritos de "Tokio Hotel, Tokio Hotel".

En el centro del escenario, el vocalista canta acompañada por el piano de "Zoom Into Me" es el tema por concluido humanoides, pero que aún hay tiempo para el momento más esperado de la noche. "Monsoon", la canción que la banda canta "desde el año 2005, todas las noches", se sirve en modo automático, casi borrados por el coro de niños del Pabellón Atlántico. Parecía el final con la banda para volcar las botellas última de agua sobre las primeras filas y tirando palos, las toallas y las hojas en todas las direcciones, pero todavía había tiempo para una última sorpresa: confeti llovió hasta el sonido de "Forever Now" antes que la banda volvió a desaparecer en el huevo gigante. Habrá más para el ejercicio o después, quién sabe, pero a juzgar por el poco espacio de esta noche tal vez la elección del emplazamiento debe ser reevaluado.

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